La luz natural, los colores del entorno y la temperatura son factores clave cuando se trata de realizar una sesión de fotos al aire libre. Cada estación tiene su propio encanto, y saber cuál elegir puede marcar la diferencia en el resultado final. A continuación, te contamos qué ofrece cada época del año para que elijas la que mejor se adapte a tu estilo y al tipo de sesión que quieras hacer.
Primavera: luz suave y paisajes floridos
La primavera es una de las estaciones más queridas para las sesiones en exterior. Los días comienzan a alargarse, la luz se vuelve más cálida y los primeros brotes verdes y flores de colores empiezan a llenar los paisajes. Es ideal para sesiones familiares, infantiles y con mascotas. Además, la temperatura es muy agradable, lo que permite vestir de manera cómoda y ligera.
Verano: energía, color y atardeceres mágicos
El verano nos regala muchas horas de luz, cielos despejados y un ambiente lleno de energía. Es la época perfecta para sesiones más dinámicas, divertidas y relajadas, como fotos en la playa, parques o en lugares con agua. Recomendamos hacer las sesiones temprano por la mañana o al atardecer para evitar el calor intenso y aprovechar la «hora dorada», ese momento donde la luz es más suave y favorecedora.
Otoño: colores cálidos y atmósferas acogedoras
El otoño transforma el paisaje con tonos naranjas, ocres y dorados, creando un fondo natural espectacular para las fotos. Es una época ideal para sesiones familiares y de pareja, con una luz suave y envolvente. Además, la ropa otoñal (bufandas, gorros, tonos tierra) añade un toque acogedor y muy fotogénico.
Invierno: luz clara y escenarios únicos
Aunque no es la estación más popular para sesiones, el invierno tiene su propio encanto. Si te gustan las estéticas más minimalistas o si hay nieve, se pueden conseguir fotos muy especiales. La luz es más baja durante el día, lo que da una iluminación más suave y perfecta para retratos. Además, en invierno hay menos gente en los espacios naturales, lo que otorga una mayor intimidad a las sesiones.
¿Y entonces, cuál es la mejor estación?
¡Depende de lo que busques! Si te encantan los paisajes verdes y floridos, la primavera es tu estación. Si prefieres una sesión llena de energía y color, el verano es ideal. Si buscas tonos cálidos y una atmósfera más acogedora, el otoño no falla. Y si lo que te atrae es un toque diferente, el invierno puede sorprenderte.
Lo más importante es elegir una época del año en la que te sientas cómodo/a y que refleje el tipo de recuerdo que quieras conservar.
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